jueves, 28 de abril de 2011

Los sombreros en la Boda Real

Creado para cumplir con sus principales funciones de proteger ante el sol y la lluvia, el uso del sombrero se remonta a la antigüedad, pero es en la Edad Media cuando toma mayor preponderancia.
En el vestuario masculino, el uso de este accesorio podía reflejar la pertenencia a una determinada clase socio-económica, cargo y poder. De allí, que la acción de reverencia de "quitarse el sombrero" ante de los reyes o presidentes tuviera tanto significado, demostrando de esa manera el respeto o cortesía ante la investidura.
El uso del sombrero se generalizó en el siglo XVII, se usaba al aire libre, bajo techo y en cualquier ocasión.
En el Siglo XVIII, con el auge de la moda en París, los sombreros tomaron fuerza y se volvieron parte fundamental en el atuendo de una mujer. Las materias primas más usadas en la confección de sombreros fueron la paja, el terciopelo, el raso y el fieltro, adornándose a veces con plumas y cintas.
María Antonieta marcó un hito en la moda femenina gracias a su consejera, modesta y sombrerera Rose Bertin, quien creó extravagantes peinados con ornamentos y objetos que hacían alusión a eventos recientes. Los altísimos peinados y sombreros con estructuras en gasa, flores y plumas impedían a las mujeres entrar a los carruajes por su altura, y muy a menudo se las veía inclinadas adentro del carruaje o con la cabeza fuera de la ventana. De protegernos del frío y el calor, el sombrero pasó a tener un valor añadido como complemento estético y decorativo.
  
      Finalizando el Siglo XIX, se dio paso al sombrero de hongo o bombín de fieltro, el cual fue inmortalizado por el actor y director Charles Chaplin. Este sombrero era utilizando solamente en la ciudad; para los días de campo o de pinic, eran preferidos los sombreros de paja con el ala pequeña y dura y la copa casi al ras de la cabeza, conocidos como Canotier.
A principios del siglo XX los hombres utilizaron los famosos sombreros de copa y las mujeres adoptaron el uso de sombreros grandes y muy vistosos con diseños que rememoraban elementos orientales. 
Para 1920, la moda en la mujer da un vuelco y para satisfacer sus deseos y coquetería aparecen los sombreros tipo campana, ajustados a la cabeza. En esto mucho que ver la gran Coco Chanel quien desde sus comienzos en la costura pensaba cómo completar los atuendos de sus clientas con sombreros, engalanando las piezas más sencillas con cintas, blondas, alas o bandas. Su primer tienda de sombreros en París, Modas Chanel, vio el nacimiento de un verdadero movimiento de liberación femenina.
     La moda del corsé entallado, las grandes polleras y los sombreros llenos de plumas, tules y adornos, fue reemplazada por otra más sencilla, con sombreros sin volumen ni adornos, como las boinas, que le permitían a las mujeres moverse libremente. 
 
  Para la década de los 30 los sombreros casi desaparecen, ya que tanto hombres como mujeres tienden a la practicidad, más que a la ostentación y la elegancia.

   Sin embargo, ante las expectativas por la boda próxima entre el Príncipe William y Kate Middleton los sombreros se ubicaron en primer plano y hay hasta apuestas sobre qué sombrero llevará cada invitada.
  Al tratarse de un casamiento al mediodía, la costumbre británica es ir con sombrero o tocados con piedras y plumas, siempre y cuando sean acordes a la indumentaria. De acuerdo con la etiqueta, la mujer no se saca el sombrero para saludar, ni en la iglesia. Para sentarse a comer se puede descubrir la cabeza, sobretodo si el sombrero tiene ala ancha y puede molestar a quien se siente al lado. El tocado no se retira nunca ya que hacerlo desarmaría el peinado.
  
La Infanta Cristina y Camila Parker Bowles con sus sombreros

los sombreros de la boda real les dejo estos videos muy interesantes...
         Y para seguir palpitando





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