En París, Raf Simons presentó la colección Alta
Costura para Dior sorprendiendo para bien.
Mezclas de texturas, estallido de colores y la silueta de la mujer definida con elegancia son parte de una colección que rememora los detalles clásicos del mismo Christian Dior, como la cintura ceñida y las polleras con volumen, pero le agrega mucho de modernidad.
En este caso la elección fue dejar de lado el glamour parisino e incluir los estereotipos femeninos de diferentes culturas, incorporando colores y formas que llegan de África y América.
La silueta lánguida se incorpora dando practicidad a las mujeres a la hora de utilizar las prendas de la firma.
Figuras geométricas y cortes irregulares se incorporan a la colección.
Cinturas ceñidas y mucho vuelo en las polleras. Colores puros y siluetas de ensueño. Esto sí es el orginal Dior.
Un crisol étnico que deja ver el deseo de la casa por renovar su propuesta pero siempre respetando el legado de su creador.
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