Todo el color en la pasarela se hizo presente de la mano de Goirgio Armani, que presentó una colección de prêt á porter con tintes más cercanos a la calidez del verano que al frío invierno.
Negro, gris y azul entran en sintonía con fucsia y coral para todo momento del día, de la oficina a una fiesta, la lúgubre colección otoño-invierno adquiere un toque cálido y llamativo.
En la exquisita línea de sastrería, de perfecta caída, La originalidad está marcada por doquier tanto en los estampados de las blusas como en el corte de las chaquetas: algunas con escote en V hasta la cintura y apliques de flores, otras cerradas, con cuello redondo y sin solapa.
Los accesorios no se pueden dejar de lado, son los necesarios para cada conjunto, carteras, zapatos y guantes cortos en perfecta combinación, con motivos acebrados, negros, grises, fucsias y coral.
Parte de la línea tomó al negro como protagonista pero dándole lugar a los colores top de la colección. Las bermudas son el nuevo pantalón, se completan con medias gruesas oscuras y se combinan con chaquetas lisas y con mezcla de colores, rectas, a la cintura, con apliques y bordados.
Los vestidos marcan la inocencia de la mujer, con moños, volados y escote redondo, sin mangas y con faldas vaporosas que se superponen a bermudas al tono.
Cubriendo las piernas y dejando los hombros al descubierto, los vestidos con brillos y transparencias marcan el porte y la elegancia de toda mujer para la noche.
Las pieles y los tapados son realmente increíbles. Negros, jaspeados o total flúo, saquitos y capas.
Como toque final de todos los conjuntos, el sombrero negro de ala ancha hacia el costado, que plantea un juego con la masculinidad resaltando lo femenino, la exquisitez y la elegancia.
El color en movimiento
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