El Grand Palais de París fue una vez más elegido por Karl Lagerfeld para presentar la última colección de Chanel, en este caso, la propuesta de Alta Costura para la temporada Otoño-Invierno 2014/15 en la que dejó clara su visión sobre la modernidad.
En un gran espacio blanco con detalles de espejos, toques dorados y una flameante chimenea, se puso en escena una colección con aires barroco y moderno.
Las prendas dejaron de lado las líneas simples y se volvieron curvilíneas, pero sin dejar de lado el tweed, siempre presente en la vida de Coco.
El color rojo, gris ceniza y naranja, además del blanco y el dorado, marcaron el predominio sobre la pasarela.
El cierre quedó en manos de una modelo embarazada de 7 meses enfundada en un vestido curvilíneo.
Los detalles llamaron la atención con innovaciones como los bordados con hilo dorado, los apliques de flores, los casquetes en el pelo y las sandalias y botas super bajas con moños que ajustan el tobillo y terminan el calzado.
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