La Minifalda, indispensable en tu guardarropas

Hoy vamos a conocer la historia de otro ícono de la moda que no puede faltar en el guardarropas de una mujer, la minifalda.

  

Hasta fines del siglo XIX las mujeres llevaban consigo el legado de los corset y las grandes polleras, con vestidos muy pomposos y difíciles de manipular. 

En los inicios del siglo XX se diseñó un traje compuesto por falda y chaqueta, el vestido trotteur,  que descubre por primera vez el pie y facilita el andar. 

        En 1920 Chanel cortó el largo de la pollera justo a la altura de la rodilla, creando el famoso largo Chanel y dando origen a una nueva manera de vestir en la mujer.

         

Sin embargo, fue en 1964 cuando se produjo la verdadera revolución en indumentaria femenina. La diseñadora británica Mary Quant presentó su colección primavera verano en un desfile en el que incluyó una prenda tan original como emblemática, la minifalda, una pollera que se usaba 15cm por encima de las rodillas y dejaba ver las piernas de la mujer. 

            Esta creación fue adoptada rápidamente por todas las mujeres jóvenes de Inglaterra y pronto se difundió a todo el mundo como símbolo de libertad femenina, otorgándole a la mujer un toque de seducción y sensualidad.

  

         
        Al descubrir las piernas, la minifalda dio origen a otros productos como las medias estampadas con dibujos y colores y las botas por encima de las rodillas, que de cierta forma cubrían lo que la minifalda dejaba al descubierto.

Mary Quant hizo historia con su margarita insignia, la flor de 5 hojas redondeadas con centro circular en blanco y negro y color.

        El mayor exponente de la minifalda fue la reconocida modelo Twiggy, quien lució su lánguida y esbelta silueta con la creación de Mary Quant y desató más de una polémica.