Aunque es casi imposible pensarla como una colección de Primavera-Verano, Miu Miu planteó sobre la pasarela del último Fashion Week en París estas prendas que resaltan la inocencia y el toque juvenil que caracteriza a la firma.
Faldas con volados, blusas con recortes y mini shorts se esconden detrás de sacos largos, medias tramadas y botas altísimas, una dicotomía que aunque es imposible entenderla tiene el gusto de una colección riquísima.
Colores estridentes se mezclan con tonos pasteles en los recortes y pespuntes de sacos y polleras en los que se destacan los bolsillos con tapas contrastantes. Los años 60 que supieron ser inspiración de las colecciones de Prada, vuelven a ser tomados por Miuccia pero esta vez para colmar de ingenuidad su firma más inocente.
Y también se suman toques de los años 70, con estampados de flores, animales y pinceladas de color, muy parecidas a las que se vieron en la pasarela de Cèline.
Los accesorios también llamaron la atención con medias tupidas y caladas de colores estridentes que hacen ruido al combinarse con los zapatos de taco super ancho y plataformas altísimas, sandalias, balerinas, botas acordonadas de caña alta y puntas que rememoran la época de María Antonietta.
Sin dudas es una colección ecléctica en la que se pueden encontrar las décadas que dieron más resonancia a la indumentaria, las dos estaciones del año más contrastantes y las combinaciones de colores menos esperadas.
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