La primera colección de Raf Simons para
Dior revalorizó los clásicos de la casa madre y le agregó la visión minimalista
del nuevo diseñador.
El desfile se llevó a cabo en el Jardín de las Tullerías de París y
rememoró los jardines de Alicia en el País de las Maravillas.
La pasarela tenía forma de laberinto en
el cual las modelos lucían los nuevos diseños de la firma entre los que no
faltaron las faldas corolla, el pelum, las chaquetas y los bustiers en tonos
pasteles.
Además, los trajecitos negros básicos volvieron a la pasarela con escotes
infartantes.
La combinación de colores, los bordados de
flores y las líneas femeninas se destacaron en la colección.
La pollera corolla que dio origen al New Look también forma parte de la colección y muestra que lo códigos clásicos de la firma se mantienen intactos.
Divinos, me gusta esta linea de vestidos y trajes. La extravagancia quedo fuera de la colección, un aplauso para Raf Simons.
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