Son muchos los prejuicios que tienen algunos hombres a la hora de vestirse, que no les gusta el rosa ni los colores pasteles, un no rotundo a usar pañuelos en el cuello, cierta reticencia a las remeras con escote en V…
Una de las precursoras de este estilo fue Carrie Bradshaw, el personaje que Sarah Jessica Parker encarna en la serie “Sex & the City” y que se convirtió en un nuevo ícono de la moda.
Las mujeres, un poco más osadas, se permiten jugar con las prendas y se animan más a los cambios. Por eso, son ellas las que adoptan la tendencia boyfriend: sacos, camisas y pantalones con corte de hombre que le dan un toque chic a su vestuario.
Una de las precursoras de este estilo fue Carrie Bradshaw, el personaje que Sarah Jessica Parker encarna en la serie “Sex & the City” y que se convirtió en un nuevo ícono de la moda.
En
una escena de la segunda película Carrie aparece con un look que llamó mucho la
atención: un espectacular vestido de noche de Emilio Pucci con un infartante
tajo, que se deslucía totalmente gracias al accesorio estrella que eligieron
para completar el atuendo, un enorme saco de hombre color marrón de Maison
Martin Margiela que le sacaba todo atisbo de elegancia y glamour.
De
a poco, esta inusual combinación se hizo tendencia y el blazer holgado, ese que
parece robado del guardarropa de un hombre, se convirtió en el accesorio ideal
para complementar los looks más trendy
de las fashion addicts.
Nada
nueva ni original es la imagen de una mujer usando una camisa de hombre,
generalmente después de una noche de pasión. Como lo hace Natalie Portman en la
película “Amigos con derecho”.
Sin
embargo, este look hoy deja la intimidad y sale a la calle gracias al revival de la ochentosa camisa leñadora
a la que las mujeres le dan distintos usos: abiertas sobre remeras, cerradas
con jeans y calzas, o solas como vestidos con un cinturón ancho que ciñe la
cintura y le da un toque más femenino.
Otra
tendencia masculina que adoptan de a poco las mujeres son los boyfriend jeans, pantalones anchos de
cintura baja, a los que se les da vuelta la botamanga, que son el must de la comodidad. Se usan con camisas
amplias y zapatillas o botitas para pasear por el parque el fin de semana o con
altísimos tacos y chaquetas ceñidas al cuerpo para ir a trabajar.
Hay
que tener en cuenta que esta opción no es para todos los cuerpos. Aquellas con
curvas y escasa altura deberían evitarla ya que podrían ver ensanchada y
achatada su figura. Sí, en cambio, pueden disfrutar de ella las chicas flacas y
altas ya que les agrega volumen al cuerpo.
Esta
nueva tendencia es una muy buena opción para la economía de las parejas, ya que
con una misma prenda se visten los dos. Pero como todo, tiene algo malo ¿qué
pasa si un día los dos se quieren poner lo mismo?
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