Una de las colecciones que más me gustó de las nuevas propuestas es la de Cacharel. Verla me hizo acordar a mi adolescencia en la que me perfumaba con Anais-Anais pero también me pintaba los labios de rojo. Una combinación de romanticismo y fem-fatal en su máxima explosión.
En cuanto a prendas triunfan las mini y maxi faldas y los vestidos, sobre calzas y medias de colores y estampadas que son un sueño y que además de abrigar lucen las piernas un 100%.
Los conjuntos de pantalones y chaquetas resaltan la cintura y se complementan con gorros, bolsos y zapatos haciendo juego
Los géneros lisos se mezclan con los estampados en una justa combinación, sin abusos ni faltas.
Los tonos clásicos se mezclan entre sí: celeste, azul, marfil, amarillo y rojo, una propuesta en la que abundan los tonos pasteles y también un toque de audacia.
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