La colección de Yves Saint Laurent para esta primavera-verano es sinónimo de elegancia indiscutida.
Todas las prendas están pensadas para combinarse entre sí y permitirle a la mujer sentirse cómoda y sensual a la hora de ir a trabajar. Conjuntos de pantalón y pollera con casaca; sacos amplios con corte trapecio estilo parkas; vestidos, faldas y blusas con terminaciones de volados; pantalones cigarette; blusas con cuellos cruzados que resaltan hombros y cuellos.
Los estampados escasean y son reemplazados por originales combinaciones de colores puros en telas metalizadas. El arco iris está formado por grises, verde oliva, verde quirófano, azul eléctrico, azul petróleo, violeta, bordo, rosa, y algo de blanco y negro.
Para sentir la libertad después de salir de trabajar, la línea gipsy incluye vestidos y polleras con estampados de arabescos, que se completan con blusas blancas lisas.
Y para la noche, sensuales monos que estilizan la figura y dejan la espalda descubierta.
Los accesorios también dicen presente, pero en vez de dar el toque final a los conjuntos tienen su propio protagonismo. Los cinturones marcan la silueta; ya sea con cadenas doradas o completamente negros; los sobres se fusionan con las polleras; y los zapatos son increíbles: mocasines con incrustaciones metálicas en el empeine, en todos los colores.
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