Marilyn Monroe, ícono de la moda

 

Después de pasar una infancia complicada e intentar llevar adelante un matrimonio que le daría estabilidad en su vida, Norma Jeane Baker comenzó una carrera como modelo que más tarde la convertiría en actriz. Con el tiempo aceptó cambiar su nombre al de Marilyn Monroe y cambiar su look, dando paso al nacimiento de una de las estrellas más importantes de la industria del cine.

Su rostro y su cabello son los ítems que mejor la definen. Para convertirse en el mayor suceso de la industria del cine aceptó cortarse el pelo y teñirlo de rubio platinado, de esta forma armó ese peinado con rulos que pasó a la historia y  aún hoy las mujeres quieren imitar. Su rostro pícaro y angelical y el sexy lunar que tenía en la mejilla la convirtieron en una de las mujeres más deseadas por los hombres de todo el mundo.

 

          En diciembre de 1953 fue protagonista de otro hito de la historia al convertirse en la chica de tapa del primer número de la revista Playboy. En ella lucía un vestido negro combinado con blanco y un escote pronunciado, que desató varias críticas.

          También dio que hablar cuando declaró que para dormir no usaba más que unas gotitas del perfume Chanel Nº5. Sin dudas, con este dicho cargado de sensualidad Marilyn ayudó a que se dispararan las ventas del perfume y afianzó para siempre su relación con la firma francesa. 

          Los zapatos que usaba Marilyn fueron diseñados especialmente para ella por Salvatore Ferragamo quien se los hacía a medida en su número especial, 37 y medio. Los modelos eran muy parecidos entre sí, zapatos en punta, con taco medio y super elegantes. Ferragamo hizo más de 50 modelos para la actriz y se convirtió en su diseñador de calzado favorito. 

Una de las películas más famosas de Marilyn fue “Los caballeros las prefieren rubias”, en la cual interpreta a una cantante y bailarina que hace el número musical Los diamantes son los mejores de las mujeres. Para esta parte de la película utilizó un vestido de satén rosa chicle diseñado por Travilla que tiene  un gran moño en la espalda, es strapless para lucir el gran collar y los aros que tiene y se complementa con guantes largos que permiten que se luzcan las pulseras y joyas que llevaba haciendo alusión a la canción. 

Otro de los vestidos con los que hizo historia fue el vestido blanco que lució en “La comezón del séptimo año” (1961) dejó su huella en el mundo de la moda. A la pollera acampanada cortada al bies y la faja que ciñe la cintura, se le sumaron dos tiras que cubren el busto y se unen detrás del cuello, las cuales dieron origen a un modelo de escote y vestido, el Marilyn. La escena en la que la actriz aparece parada sobre la rejilla de ventilación del subte de Nueva York sosteniendo la pollera que se le vuela, dio varias vueltas al mundo y sigue en viaje. 

Marilyn participó de una fiesta memorable, el cumpleaños número 45 del entonces Presidente estadounidense John F.Kennedy que se celebró en el Madison Square Garden. Con su vos sensual y aterciopelada cantó el famoso “Happy Birthday Mr.President” con el que deslumbró al público y pasó a la historia. Para el evento Marilyn lució un vestido de Jean Louis de seda color piel y ceñido al cuerpo con incrustaciones de cristales que desde lejos parecía transparente. 

 

Emilio Pucci se convirtió en el diseñador de ropa preferido de Marilyn, sobre todo por los vestidos llenos de color y energía que le diseñaba. Entre ellos se encuentra un vestido verde agua que era su preferido, al punto que la enterraron con este vestido puesto.

 

La imagen de Marilyn fue tan importante que quedó inmortalizada en el mundo artístico a través de un cuadro de Andy Warhol. Este artista, siguiendo las leyes del pop art, la tomó como un símbolo de consumo de la época e hizo un cuadro con la reproducción múltiple de una imagen de su rostro con distintas combinaciones de colores.