Los 10 vestidos más famosos del cine

           No podemos negar que el cine hace historia, inmortaliza actores, emociona y contribuye a que ciertas prendas se constituyan como grandes íconos de la moda, esos que nadie puede omitir ni olvidar.

            Como muestra de ello elegí estos 10 vestidos que se perpetuaron en el tiempo y son fuente de inspiración para muchas mujeres a la hora de elegir su vestuario para una fiesta.

             El vestido blanco diseñado por William Travilla que Marilyn Monroe lució en “La comezón del séptimo año” (1955) dejó su huella en el mundo de la moda dando origen a un modelo de escote y vestido, el Marilyn. La escena en la que la actriz aparece parada sobre la rejilla de ventilación del subte de Nueva York sosteniendo la pollera que se le vuela, dio varias vueltas al mundo y sigue en viaje. La prenda se subastó en 3,2 millones de euros.

 

           El vestido negro de Givenchy que Audrey Hepburn usó en “Desayuno en Tiffany`s” (1961) es mi preferido. Gracias a él tenemos entre nosotras uno de los grandes clásicos de la moda, el Little Black Dress o vestidito negro que todas debemos tener, un básico que está siempre listo en nuestro guardarropas para que lo usemos y lo resaltemos con los mejores accesorios (aunque no tengamos las joyas de Tiffany que aparecen en la película). Fue subastado por 700.500 euros.

         

          La gran Rita Hayworth también vistió de negro en “Gilda”, con un vestido strapless de satén, ceñido al cuerpo, un gran moño en la cintura y un par de guantes largos que a partir de este momento se inmortalizaron como accesorios.

                                                      

         “My Fair Lady” (1964) es otra de las películas en las que Autrey Hepburn se luce como sólo ella sabe. Para acompañarla, Cecil Beaton diseñó un conjunto formado por un vestido texturado, guantes con volados, y pamela y sombrilla para protegerse del sol, todo en tonos blanco y negro. Sin dudas, el atuendo destaca la belleza y simpatía de la carismática actriz.

         Destacando la sensualidad femenina y retomando la historia de Cenicienta, Julia Roberts se enfunda en un sensual vestido rojo cuando acompaña a la ópera a su galán, Richard Gere, en “Pretty Woman” (1990).

         Otro vestido rojo que dio que hablar fue el impresionante vestuario del personaje de dibujos animados Jessica Rabbit en “Quién engañó a Roger Rabbit?” (1988). El escote combinado con el tajo infartaron a más de un espectador.

                                            

         Toda gran película debe estar acompañada por un gran vestuario, y esto es lo que pasó con “Lo que el viento se llevó” (1939), una de las mejores películas de la historia del cine. El vestido verde de terciopelo hecho con cortinas que lució Scarlett O`Hara se expone hoy en el Victoria & Albert Museum de Londres como uno de los grandes íconos de la historia.

                                           

       En la película “Expiación” Keira Knightley usó un sencillo vestido verde esmeralda, lánguido y de breteles finos, diseñado por Jacqueline Durran. Más allá de su simpleza,  está entre los mejores vestuarios del cine, lo que demuestra que no es necesario ostentar demasiado para estar bien vestido.

                                             

         Otra de las figuras indiscutidas del séptimo arte es Liza Minnelli, recordada por su papel en “Cabaret”. El look que usó en el film fue recreado por miles de personas que buscan imitarla, y está compuesto de chaleco negro escote en V, short, medias con ligas, gargantilla y sombrero bombín.

                             

        Dentro de este ranking hay un look que se destaca por su modernidad, el que llevó Kate Winslet mientras “volaba” en la proa del “Titanic” junto a Jack, una de las escenas más repetidas de los últimos tiempos. Está hecho de terciopelo azul y verde, con una faja y pechera blanca de encaje.