En un año plagado de bodas reales, llegó el turno de las terceras nupcias de la Duquesa Cayetana
La ceremonia, celebrada en la capilla del Palacio de Dueñas de Sevilla, tuvo la dosis justa de emoción y alegría.
El traje nupcial de la Duquesa fue realizado por los diseñadores andaluces Victorio & Lucchino y cumplió con los dictados de la etiqueta para este tipo de eventos: de estilo romántico, corto y de color claro, en este caso, rosa pálido.
El vestido fue confeccionado en su totalidad en gasa de seda natural y encaje de Balencie. Su escote tenía puntas de encaje que se confundían con la piel, las mangas eran abullonadas a mitad del brazo y estaban salpicadas de jazmines de organiza rematadas con pequeñas perlas.
La falda, al cuerpo, llevaba en la parte inferior tres capas de volados de gasa y encaje que daban el perfecto toque final. Un detalle muy bonito fue el lazo de terciopelo de seda color verde que hacía juego con el ramo de novia formado por capullos de rosas blancas.
En los pies, chatitas de taco muy bajo acordes con su edad, decoradas con jazmines de encaje y gasa al tono del vestido, obra de Pilar Burgos.
En cuanto a joyas, llevó un brazalete de brillantes regalo de la Reina Victoria
El novio, Alfonso Diez, también vistió de etiqueta con un riguroso jaquet al que, a mi gusto, le faltó el corbatón gris.
La nueva pareja real
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